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El Lado Activo Del InfinitoPasЈ con un profesor a quien le habќa dado toda mi confianza, el profesor Lorca. Me habќa inscrito en el curso que dictaba el profesor Lorca sobre cogniciЈn, porque me habќa sido recomendado como uno de los acad™micos m‘s brillantes que habќa. El profesor Lorca era bastante guapo, con pelo rubio peinado a un lado. Tenќa la frente limpia, sin arrugas, dando la impresiЈn de alguien que jam‘s ha tenido una preocupaciЈn en la vida. Su ropa mostraba el toque de un buen sastre. No llevaba corbata, lo cual le daba un aire juvenil. Se la ponќa solamente al encontrarse con gente importante. En la ocasiЈn de aquella memorable primera clase con el profesor Lorca, yo estaba confuso y nervioso viendo cЈmo caminaba de un lado al otro por minutos que fueron una eternidad para mќ. El profesor Lorca movќa continuamente sus finos labios apretados de arriba abajo, aЎadiendo inmensidades a la tensiЈn que habќa generado en esa aula pesada, de ventanas cerradas. De pronto, se detuvo. Se parЈ en medio del aula, a poca distancia de donde me encontraba sentado y golpeando el podio con un periЈdico enrollado, empezЈ a hablar ...» |
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