|
El tercer ojoDescendќamos sin cesar, a tropezones y resbalando, hasta una profundidad incalculable. Por fin, varios kilЈmetros m‘s all‘, doblamos una arista montaЎosa y nos encontramos de pronto con una densa neblina blanca. Al principio no sabќamos si era nieve o una nube, porque se presentaba con una compacta blancura. Al acercarnos vimos que era efectivamente niebla que se deshilachaba. El lama Mingyar Dondup, el Єnico de nosotros que habќa estado antes allќ, sonriЈ satisfecho y dijo: POs veo muy mohќnos, pero deb™is alegraros porque vais a tener una sorpresa muy agradable. Nada veќamos que pudiera ser agradable: niebla, frќo insoportable, hielo bajo nuestros pies y un cielo congelado cubri™ndolo todo. Y unas rocas con colmillos como los de la boca de un lobo, rocas que nos causaban magulladuras y araЎazos. oA qu™ placer podќa referirse mi Guќa? Avanz‘bamos envueltos en la niebla y casi arrastrando los pies sin saber adЈnde ќbamos. Nos apret‘bamos los h‘bitos para darnos una ilusiЈn de calor y jade‘bamos y tembl‘bamos de frќo ...» |
Код для вставки книги в блог HTML
phpBB
текст
|
|