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El tercer ojoEntonces apagЈ la llama de la lamparilla que acababa de encender y anduvo manipulando con los postigos de la ventana. Instant‘neamente apareciЈ en la pared un cuadro de Lhasa, pero invertido. Grit™ asombrado al ver hombres, mujeres y yaks andando cabeza abajo. Pero de pronto emp ezaron a temblar las im‘genes y todo se puso al derecho. La explicaciЈn del lama sobre «la manera de doblar los rayos luminosos» me dejЈ m‘s admirado que todo lo dem‘s. oCЈmo era posible manejar la luz natural? Entonces me demostrЈ cЈmo se podќa hacer aquello. Yo habќa visto cЈmo se rompќan jarrones con un silbato que no emitќa sonido alguno; pero que se pudiera forzar la luz no lo comprendќ hasta que trajeron de otra habitaciЈn un aparato muy curioso que consistќa en una l‘mpara escondida en una especie de caja. Entonces comprendќ cЈmo se podќan dominar los rayos de luz. Los almacenes del Potala se hallaban atestados de maravillosas estatuas, libros antiguos y bellќsimas pinturas murales sobre temas religiosos. Los poquќsimos occidentales que las han visto las consideran indecentes ...» |
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