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El Lado Activo Del InfinitoDesde ese dќa, no me pudo ganar m‘s. Muchќsimas veces le daba el juego deliberadamente para complacerlo, pero ™l lo sabќa y se ponќa furioso conmigo. Una vez se disgustЈ tanto que me dio en la cabeza con el taco. Para su desconcierto y deleite, a los nueve aЎos yo hacќa carambola tras carambola sin parar. Una vez, en un juego, se frustrЈ tanto y se puso tan impaciente conmigo que tirЈ el taco y me dijo que jugara yo solo. Mi naturaleza compulsiva facilitЈ que compitiera conmigo mismo y que hiciera la misma jugada repetidas veces hasta perfeccionarla. Un dќa, un hombre c™lebre en el pueblo por sus contactos con el mundo del juego y dueЎo de un casa de billares, vino a visitar a mi abuelo. Mientras conversaban y jugaban al billar, entr™ por casualidad en el cuarto. Al instante trat™ de escapar, pero mi abuelo me agarrЈ y me hizo entrar. Pyste es mi nieto -le dijo al hombre. PEncantado de conocerte -dijo el hombre. Me mirЈ con dureza y luego me extendiЈ la mano, que era del tamaЎo de la cabeza de una persona normal ...» |
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